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jueves, 23 de septiembre de 2010

EL MUSULMAN

La palabra ''Islam'', significa paz, obediencia o sumisión en el idioma árabe y en el sentido religioso, quiere decir la sumisión de la humanidad a la voluntad de Dios. El hombre o la mujer que acepta la soberanía de Dios único y se rinde completamente a su voluntad es conocido como "muslim" o en español "musulmán". El nombre "mahometano" que se emplea a menudo en español, es erróneo y ofensivo al espíritu mismo del Islam. 
El Islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios les reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice: 
"creemos en Díos y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus. a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios" (El Corán, Capituló II   ''La Vaca'', verso 136).
El Islam entró de Reno en el patrimonio hispano sólo ochenta años después de la muerte del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!). Durante ocho siglos gloriosos, del año cristiano 711 hasta 1492, el Islam se mantuvo como la religión mas tolerante de la Península Ibérica, hasta que la Inquisición, falsamente llamada "El Santo Oficio" lo derrocó entre los años 1480 y 1550 aproximadamente. 
Durante la época de los musulmanes españoles, se edificaron monumentos tan celebres, como la Gran Mezquita de Córdoba (la cual era capital del estado Hispano‑Islámico), el Alcázar de Sevilla y el Alhambra de Granada, que siguen atrayendo a los turistas como verdaderas joyas arquitectónicas Islámicas. 
Un musulmán cree en la unicidad de Dios único, en todos sus mensajeros, en todos sus mensajes o libros sagrados, en sus ángeles creados por El para servirle como funcionarios, en el Día del Juicio Final, y también cree que cada persona es responsable por sus hechos y acciones; el musulmán cree en una vida futura después de la muerte. 
El Islam ordena la fe en la unicidad y soberanía de Dios, lo cual hace que el hombre o la mujer conozca la significación del universo y asimismo, su propio lugar en El. Libra al hombre de todos los miedos y supersticiones, haciéndole consciente de la omnipresencia de Dios, su ser todopoderoso y de sus obligaciones para con El. La fe no basta en si misma para el Islam, sino que debe reflejarse en acciones efectivas. Para creer en un Solo Dios único, se necesita contemplar a toda la humanidad como una sola familia que existe bajo la benevolencia de Dios, el Creador y Sostén Común de todo y de todos. El Islam rechaza la idea de una gente o una raza escogida, haciendo de la fe en Dios único y de las buenas acciones, la única llave para entrar al paraíso, estableciendo así una relación directa hacía Dios, que se ofrece a todo el mundo sin distinción alguna y sin necesidad de ningún intermediario. 
El hombre existe como la suprema creación de Dios y es arquitecto de su propio destino. Creado con las mayores potencialidades, el hombre es Ubre en su voluntad, sus acciones y en su Ubre albedrío. Dios le ha enseñado el camino recto, la vida del Profeta Mohammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!), nos sirve como el ejemplo perfecto para alcanzar este ideal. La grandeza del hombre y su salvación eterna consisten en seguirlos. El Islam demuestra la pureza de la personalidad humana, les confiere igualdad de derechos a todos sin distinción alguna respecto al color de la piel ni al género masculino o femenino. Sujeta al príncipe y al campesino, al rey y al humilde igualmente a la soberanía de la Ley Divina tal como se enuncia en el Corán y se ejemplifica en la vida del Profeta Mohammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!). 
El Corán es la última palabra que Dios reveló, y a la vez, la fuente básica de los mandatos y leyes del Islam. El Corán trata de los fundamentos de las relaciones entre Dios y el hombre, como también de las relaciones entre el hombre y su prójimo, en todas las esferas posibles. Las bases comprensivas por las que se pueden edificar los sistemas sólidos de justicia social, economía, política, legislación, jurisprudencia, derecho, leyes y relaciones internacionales, son el contenido más importante que abarca el Corán. Mohammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!) era un hombre sencillo, sin instrucción formal, quien no sabía leer ni escribir, y no obstante, el Corán fue memorizado, tal como le fue revelado, y dictado durante toda su vida por orden suya a todos sus seguidores. Todavía se puede consultar el Corán en su forma completa y original, y en la lengua árabe tal como le fue revelado al Profeta Mohammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!).
El Hadith, ósea la relación de las enseñanzas y los hechos máximos del Profeta Mohammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!), explica y elabora estas enseñanzas en el Corán. 
El Islam no cree en el puro ritualismo, sino que insiste en que nuestras intenciones y acciones sean buenas. Para adorar totalmente a Dios, tenemos que conocerlo, amarlo y comportarnos según sus leyes en todos los aspectos de la vida; debemos ordenar la bondad y prohibir lo malo, ejercer la caridad y la justicia y servirle a Dios único al servirle a la humanidad. El Corán nos ofrece estos conceptos de la siguiente manera sublime: 
"No es la virtud orientar nuestras caras hacía el Oriente ni al Occidente; sino el virtuoso es él que cree en Dios único y en el Día del Juicio Final, en los ángeles, en las Escrituras y los Profetas, y el que ofrece su hacienda por amor a Dios, a sus parientes, a los huérfanos, a los pobres, al viajero, a los mendigos Y para el rescate de cautivos, y mantiene la oración y da la limosna prescrita; y los que cumplen los pactos cuando pactan, los constantes en la adversidad, en la desgracia y en los momentos de calamidad; ésos son los veraces y ésos son Los temerosos de Dios" (El Corán, capitulo II "la Vaca", Verso 177). 
Según el Islam, cada acto que se lleve a cabo con la conciencia de que uno cumple con la voluntad de Dios, se considera como un verdadero acto de adoración. Sin embargo, los actos específicos de oración se conocen como los "Cinco Pilares de la Fe Islámica", y están considerados en un nivel más alto de espiritualidad y son los siguientes: 
1) El credo o la Declaración de la Fe, que dice así.
Doy testimonio de que no hay más divinidad que un solo Dios y que Mohammad es su siervo y mensajero. La misión apostólica de Mohammad (¡que Dios lo bendiga y que lo mantenga en Su santa paz!) convida a los musulmanes a que sigan la vida ejemplar del profeta en todos los sentidos. 
2) El Islam ordena cinco oraciones al día como obligación a Dios.
Se debe rezar cinco veces al día como obligación personal hacia a Dios. Nos ofrece una manera de darle fuerza y vida a nuestra creencia en Dios Único, inspira una moralidad superior en el creyente, le purifica el corazón y suprime las inclinaciones indecentes y dañinas. 
3) El Islam ordena el Ayuno durante el mes de Ramadán
Se practica el ayuno durante el santo mes de Ramadán, que es el noveno mes del calendario lunar Islámico. Durante este mes se abstiene de comer y de beber desde el amanecer hasta el anochece (la puesta del sol). También se abstiene de malas intenciones y malos deseos, incluso pleitos. El Ayuno le enseña al hombre el amor, la sinceridad y la devoción; le cultiva una conciencia pura y firme al mismo tiempo le cultiva la paciencia, generosidad, disciplina y fuerza de voluntad (el musulmán no toma bebidas embriagantes ni come puerco). 
4) El Zakat o tributo
El Islam ordena que un musulmán dé anualmente el 2.5% de su ingreso neto como caridad obligatoria para ser distribuido entre la gente pobre y las comunidades necesitadas. 
5) La Peregrinación a la Kaba en Mec`ca (Arabia Saudita)
Se debe efectuar aunque sea una sola vez en la vida, la Peregrinación a la Kaba en Mec`ca, a condición de que se tengan los medios económicos disponibles para hacer el viaje. 
El Islam dispone de guías muy definidas para que toda la humanidad las siga en todos los aspectos de la vida, ya sea en el campo político, económico, moral y espiritual. La vida de monasterio y de convento se rechaza en el Islam. Se. Le recuerda  al creyente en varios capítulos de El Corán, su última f vida, sus deberes y obligaciones hacia sí mismo, sus parientes y amigos; para su comunidad, su prójimo y hacia su Creador. Al hombre se le han dado guías fundamentales para que lleve una vida bien orientada, de modo que cuando se encuentre ante el desafío de la vida, sepa poner en práctica los altos ideales descritos en El Corán. 
Mohammad (¡que Dios lo bendiga y que lo mantenga en Su santa paz!) nació en el año 570 de la era cristiana en la ciudad de Mecka. en Arabia. Descendió de una ilustre familia árabe, los Quraish. Su primera revelación la recibió a la edad de cuarenta años. Desde que empezó a predicar el Islam, él con los creyentes, fueron sometidos a toda clase de pruebas y fue preciso que se trasladaran con sus compañeros a Medina, otra ciudad en el norte de Arabia.
Durante el breve período de veintitrés años, el cumplió con su misión de Profeta, y a la edad de sesenta y tres años entregó el alma a su Creador y fue sepultado en la ciudad de Medina. Mohammad(¡que Dios lo bendiga y que lo mantenga en Su santa paz!) vivió una vida ejemplar para toda la humanidad; la grandeza de¡ hombre y su salvación consisten en seguir su ejemplo. Su vida es un reflejo de las enseñanzas de el Corán puestas en práctica. 
Por su manera sencilla directa de expresar la verdad el Islam atrae poderosamente a cualquier mente que sea sincera y racional. El Islam ofrece una solución para todos los problemas de la vida, es una guía hacia una vida superior y feliz que glorifica en todas sus fases a nuestro Creador todopoderoso y misericordioso.
Se cuenta que con cincuenta y siete países en el mundo donde la mayoría de los habitantes son musulmanes. Se calcula que en el año 1980 de la era cristiana, la población musulmana ha sobrepasado el billón de personas, aproximadamente 1/4 de la humanidad. 
La herencia Islámica ha estado íntimamente vinculada con la cultura hispanoamericana. Las ciudades mineras del Perú y Bolivia muestran todavía la mano de obra de los desterrados artesanos mudéjares de los siglos XVI y XVII. La capilla real de Cholula en México, es una auténtica copia de la Gran Mezquita de Córdoba, con sus bóvedas y arcos que consuelan como un oasis en el desierto espiritual Mexicano.
Nietos de estos artesanos construyeron el Claustro Mudéjar de la Universidad Nacional de San Carlos, en la Antigua Guatemala, a mediados del siglo XVII; el cuál se conserva hasta la fecha. Es necesario hacer notar, que los hispanoamericanos tienen una herencia hispano‑musulmana de aproximadamente 800 años(750‑1550), y una herencia cristiana en Hispanoamérica de solamente unos 400 años(1580‑1980 o hasta la fecha). Ojalá que algún día pueda volver la Fe Islámica a la gente Hispanoamericana. 
Desgraciadamente algunas enseñanzas contemporáneas sobre el Islam han sido mal entendidas o mal representadas en el mundo cristiano. Aquí ofrecemos el verdadero punto de vista Islámico de varios conceptos del Islam:
a)     La condición de la mujer. El Islam no practica ninguna forma de discriminación contra la mujer; pero el Islam si le indica a cada uno como puede perfeccionar en las esferas correspondientes las capacidades potenciales de cada sexo y, por lo tanto, las responsabilidades respectivas a cada uno, las cuales son igualmente importantes; aunque no sean precisamente idénticas.
b)    Matrimonio y Divorcio: El Matrimonio es un contrato sagrado y de suma importancia entre el hombre y la mujer y ofrece un paso mas hacía una vida de perfeccionamiento sana y feliz. El Islam le ofrece tanto al hombre como a la mujer el derecho al divorcio como último recurso, más no como primera intención.
c)     La lucha, esfuerzo o "Yíhad".‑ Aquellos que creían que Yíhad en el Islam significa "Guerra Santa". El Yíhad es un esfuerzo y un deber que cumplen los musulmanes individualmente o en grupos, por la felicidad de la sociedad y el bien común, con la condición de que esta lucha se lleve a cabo en el nombre de y por Dios, para conseguir su bendición y complacencia divina sin ningún objetivo personal. En el Islam se encuentran leyes divinas para gobernar un país, derrumbando de esta manera los regímenes corrompidos hechos por los tiranos. El Yíhad es un esfuerzo o lucha para conseguir la meta divina que es la de reformar la humanidad en esta tierra, aunque para lograrlo se tenga que usar la mano, la lengua, la pluma y todos los medios económicos disponibles con la única intención de obedecer y complacer a Dios para conseguir una sociedad de justicia, igualdad, tolerancia y respeto sin permitir el dominio de intereses particulares o de grupo con el perjuicio de los demás seres humanos.  

¿Cómo es que uno se convierte en musulmán?

Simplemente con decir: "La ilaha illa Allah, Muhammad dun rasúlu Allah", con convicción uno se convierte al Islam y se hace musulmán.  Esta frase significa: "No existe dios verdadero sino Dios (Allah), y Muhammad es el mensajero (profeta) de Dios". La primera parte, "No existe dios verdadero sino Dios", significa que nadie tiene el derecho de ser adorado sino Dios, y que Dios no tiene socios en Su reino ni hijos. Para ser musulmán uno también debe:

  •  Creer que el Sagrado Corán es la literal palabra de Dios, revelada por Él.

  • Creer en el Día del Juicio (el Día de la Resurrección) es verdadero y que vendrá a pasar tal como Dios ha prometido en el Corán.

  •  Aceptar el Islam como su religión.

  • No adorar a nada ni nadie excepto Allah (Dios).
El Profeta Muhammad dijo: {La alegría de Dios, cuando alguno de vosotros se vuelve a Él en arrepentimiento, es mayor a la que alguno de vosotros sentiría si estuviese cabalgando sobre su camello en el (inhóspito) desierto, y éste se escapase de él, junto con todas sus provisiones, dejándolo sin la más mínima esperanza. El hombre llega a un árbol y se refugia bajo su sombra (esperando la muerte), pues ha perdido toda esperanza de encontrar a su camello. Entonces, mientras él se encuentra en ese estado (de desesperación), sorpresivamente su camello aparece ahí en frente suyo. Lo agarra por sus riendas y grita desde lo mas profundo de su alegría:" ¡OH Dios, Tu eres mi siervo y yo soy tu señor!" Su error fue motivado por la intensidad de su alegría.}

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