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sábado, 26 de febrero de 2011

historia real

Todavía no tenía treinta años cuando tuve mi primer hijo, todavía me acuerdo de esa noche.
Como siempre estaba hasta muy tarde con el grupo de amigos hablando de tonterias y de cosas no correctas y normalmente era yo el que se encargaba de hablar mal de gente y hacer reir a mis colegas.
Y como me burlaba de todo el mundo, mucha gente me evitaba para que no me burlase de ellos
Recuerdo que en aquella noche me burle de un ciego que mendigaba en el mercadillo
y puse mi pie enfrente de él para tirarle al suelo y así divertirnos
Volví a casa muy tarde, como siempre, y encontre mi mujer esperándome, pero estaba en muy mal estado, y me preguntó:
"¿Rashed dónde estabas?"
Le dije burlándome: "En Marte...", por supuesto con mis amigos
Calló una lágrima en su mejilla.
Sentí que había ignorado a mi esposa, al no estar más tiempo con ella en su último mes de embarazo
La llevé al hospital. Durante muchas horas sufrió los dolores del parto esperando para dar a luz . Yo estaba esperando pero me cansé de esperar y me fui a casa. Dejé mi telefono para que me dieran la buena noticia.
Después de una hora me llamaron para avisarme de que mi hijo Salem había nacido
Me fui rápido para el hospital, pero cuando me vieron no quisieron decirme en que habitación estaban y me dijeron que fuera a hablar con la doctora de mi mujer.
Les grité que quería ver a mi hijo primero pero
insistieron en que fuera a ver a la doctora primero
me dijo que mi hijo tenía alguna deformidad en sus ojos y que parecía ciego.
Bajé mi cabeza controlando mis lágrimas y me acordé de aquel ciego del mercado que había tirado para reirnos de él
Alabado sea Allah, igual que haces te devuelve.
Me quedé calladito un poco, no sabía que decir y
me acordé mi esposa y mi hijo, y me fui para ver mi mujer
Mi mujer no estaba triste porque era muy creyente y tenía mucha fe,
y siempre me aconsejaba no hablar mal de la gente o burlarme de ellos.
salimos del hospital con nuestro hijo Salem, y la verdad es que no me interesaba mucho,
era como si no estuviera y cuando lloraba huia a la sala para dormir,
Mientras mi mujer lo quería mucho y lo cuidaba mucho
yo no lo odiaba pero no lo quería.,
Mi hijo creció y empezó a gatear, pero lo hacía raro.
Y cuando llegó al año intentó andar y nos dimos cuenta de que era cojo y
así más manía le tuve. Después mi mujer tuvo otros dos hijos Omar y Jaled.
Pasaron los años y Salem creció y también sus hermanos,
yo seguía sin quedarme mucho en casa, siempre estaba con mis amigos
y era como una muñeca en sus manos
Mi mujer no se cansó nunca de guiarme al bien y de suplicar a Dios que me guie,
no se ponía nerviosa con todo lo malo que hacía,
aunque se ponia triste por verme ignorando a mi hijo Salem y estar más por sus hermanos.ر
yo seguía sin quedarme mucho en casa, siempre estaba con mis amigos
y era como una muñeca en sus manos.
Mi mujer no se cansó nunca de guiarme al bien y de suplicar a Dios que me guie,
no se ponía nerviosa con todo lo malo que hacía,
aunque se ponia triste por verme ignorando a mi hijo Salem y estar más por sus hermanos.ر
Pasaron más años y no rechacé la petición de mi mujer
de ingresar a mi hijo en un colegio especializado para inválidos,
los años pasaban y yo seguía igual.
Un viernes, me levanté a las 11, y todavía me quedaba mucho tiempo para el banquete al que estaba invitado. Me puse la ropa y me perfumé, y mientras estaba saliendo vi a mi hijo Salem llorando fuertemente en la sala.
intenté ignorarle pero no pude, le miré y le pregunté: "¿Por qué lloras?
y al darse cuenta que estaba cerca de él, empezó a tocar con sus manitas para alejarse de mi.>Parecía que quería decirme: "Ahora te has dado cuenta de que estoy, después de diez años".
Le seguí mientras se dirigía a su habitación.
Al principio rechazaba decirme por qué lloraba, pero cuando me puse cariñoso con él,
empezó a contarme y yo le escuchaba temblando.
Su hermano Omar que siempre le acompañaba para ir a la mezquita había tardado,
y como era la oración del viernes tenía miedo de no encontrar sitio en la primera fila.
Por eso, cuando llamó a su hermano y a su madre, y nadie le contestó, empezó a llorar
Por eso, cuando llamó a su hermano y a su madre, y nadie le contestó, empezó a llorar
Miraba sus lágrimas cayendo de sus ojos y no aguanté escuchar el resto de sus palabras,
por eso puse la mano en su boca y le dije: "¿Por eso llorabas?
Me dijo: "Sí".
Me olvidé del banquete y los amigos, y le dije: "¿Sabes quien te va a llevar a la mezquita hoy?.
Respondió: "Seguro que Omar pero siempre tarda"
Le dije no, yo voy a llevarte, al escuchar, c reyo que era una de mis bromas y nuevamente comenzo a llorar
Le sequé las lágrimas con mi mano, y le cogí de la mano para acompañarle con el coche,
pero él rechazó y me dijo que la mezquita estaba cerca y que él prefería ir andando a la mezquita.
No recordaba cuándo era la última vez que había entrado en una mezquita,
pero era la primera vez que sentía miedo y arrepentimiento de todo el tiempo que ha había pasado
La mezquita estaba llena. pero encontré sitio para Salem en primera fila,
escuchamos el discurso del viernes y yo rezé a su lado.
Iba a ignorar su petición, pero le di el Corán para que no se sintiera mal.
Me pidió que abriese el Corán en la sura de La Cueva. Es aconsejable leer este sura cada viernes.
Le busqué la sura.
sentía ganas de llorar pero intenté controlarme, pero no pude y empezé a llorar
Era mi hijo Salem, le abrazé, le miré y pensé que no era él el ciego,
sino yo, el que seguía a mis amigos que me arrastraban hacía el camino del infierno.
Volvimos a la casa. Mi mujer estaba precupada por Salem,
pero su precupación se convertió en lágrimas cuando supo que yo había rezado el viernes.
Desde ese día no dejé de rezar las oraciones en la mezquita, y tuve nuevos amigos buenos y olvidé a mis ex-amigos.
Empezé a leer mucho el Corán y a rezar más, y fui a clases de religión.
Dejé todo lo malo que hacía anteriormente. Me sentí más cerca de mi familia.
Desapareció la mirada de tristeza y de miedo de mi mujer.
Mi hijo Salem, con una sonrisa como si tuviera todo el mundo en sus mano, dió gracias a Allah por todo eso.
Un día mis amigos tomaron la decisión de viajar para explicar y hablar del Islam en zonas lejanas.
No sabía que hacer, rezé, consulté a Dios y le pregunté a mi mujer qué opinaba, yo pensé que iba a rechazar, pero ella aceptó.
Se puso contenta y me animó, porque yo antes nunca le consultaba y viajaba sin decirle para hacer todo lo malo.fui a mi hijo Salem para contárselo, me abrazó y se despidió de mi.
pero Salem siempre estaba en el colegio o en la mezquita, le hechaba mucho de menos, quería escuchar su vozY cada vez que decía a mi mujer que la hechaba mucho de menos se reía de felicidad, excepto la última vez, su voz era diferente.
Le dije. "Le das mis saludos a Salem". Me respondió: "Vale" y se quedó callada.
Finalmente regresé a casa. Llamé a la puerta. Deseaba que Salem me recibiera, pero me abrió la puerta mi hijo Jaled,
le abrazé y él gritaba:"Papá, papá, papá,...". Pero no me sentí bien.
La contemplé bien y le pregunté: "¿Qué te pasa?"
Me contestó: "Nada."
Me acordé de Salem y pregunté : "¿Dónde está Salem?"
Bajó la cabeza y no contestó. Cayeron lágrimas de sus ojos.
Mi mujer no guantó, casi se caía al suelo de tanto llorar. Salí de la habitación.
Despues supe que habia tenido una fiebre muy alta y habia muerto.
Cuando sientas que la Tierra es tan pequeña y sientas que estás ahogado de lo que llevas, llama a Allah. Si no ves salidas ni caminos ni esperanzas llama, suplica a Allah.
Allah quiso guiar al padre de Salem a través de su hijo vivo y muerto
Esta es la historia que ha contado Jaled, el hermano de Salem, que ahora es un famoso especialista de la religion islámica.

siete personas bajo la sombra



las siete personas que estaran bajo la sombra del trono de allah el dia de la resuruccion 
De Abu Huraira, que Alá esté complacido con él, del Profeta (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) dijo:

“A siete los pondrá Alá bajo Su sombra el día en que no habrá más sombra que la Suya: El dirigente (imam) justo, un joven que ha crecido en la adoración de su Señor, un hombre cuyo corazón está ligado a las mezquitas, dos hombres que se aman por Alá, en base a Él se reúnen y en base a Él se separan*; un hombre que es requerido por una mujer de posición y belleza y dice: Yo temo a Alá; un hombre que da con generosidad y lo esconde de manera que su mano izquierda no sabe lo que gasta su mano derecha y un hombre que recuerda a Alá a solas y sus ojos se inundan de lágrimas.”

[ Del comentario de Fathul-Bari se desprende el sentido de que ese amor los mantiene unidos hasta que la muerte los separa..]

Hadiz relatado por Bujari y Muslim.

Beneficios del hadiz:

1.- Se incita a todo aquel que esté a cargo de los asuntos de los musulmanes ser justo, para que alcanze la misericordia y nobleza de Alá en el Día del Levantamiento.

2.- El obedecer a Alá en la juventud es mejor que obedecerlo ya que uno está mayor, porque en la juventud hay más fuerza para las obras y la adoracion.

3.- El favor de las mezquitas es grandioso para Alá, porque son Sus casas en la tierra, de la misma manera el favor de quienes las quieren, los constantes en su asistencia y permanencia en ellas.

4.- Es necesario que el amor que uno le tenga a su hermano sea basado en la religión, es decir, que lo ame por Alá, no por cualquier motivo mundano.

5.- La piedad y la reverencia a Alá es lo que más ayuda al hombre para contener su ser y librarlo de Satán.

6.- El favor de ocultar la caridad que se brinda, particularmente la que es recomendable, porque así está más lejos de la apariencia y la hipocresía, y es una prueba de que realmente se quiere acercar uno a Alá.

7.- Entre las características del creyente veraz, es que sus ojos lloren y su corazón se estremezca al recordar a Alá, por el aleya:

Ciertamente los creyentes cuando les es mencionado el nombre de Alá sus corazones se estremecen, y cuando les son leídos Sus preceptos reflexionan acrecentándoseles la fe, y siempre se encomiendan a su Señor.
Corán 8:2.

Y Su palabra.

Se prosternan ante Alá con los ojos llenos de lágrimas y [el Corán] les acrecienta su humildad y su sumisión.
Corán 17:109

lunes, 14 de febrero de 2011

LA Suplica es importante

DUAA (Ruegos y súplicas a Allah)



Los ruegos y súplicas a Allah constituyen el camino de la salvación. Hacer DUAA es el método de los virtuosos y el refugio de los necesitados del perdón divino. Gracias a las súplicas, el musulmán obtiene muchas mercedes y es liberado de muchos desastres. Por su innegable importancia,  el musulmán necesita siempre hacer DUAA. Hacer DUAA es uno de los más beneficiosos remedios,  es el enemigo de los problemas que agobian al musulmán pues los suaviza, o los elimina por completo. El musulmán debe saber a ciencia cierta las virtudes  y beneficios del DUAA y asimismo las conductas relacionadas con ello.

VIRTUDES DEDUAA 

Las virtudes del DUAA son innumerables y para resumirlas es necesario decir que el DUAA es adoración a Allah,  pues el Profeta Muhammad (PBSE.) dijo: “ DUAA es la adoración”.

Dejar de hacer DUAA constituye una rebeldía. Al respecto el Corán dice:

 “Vuestro Señor dijo:  Invocadme yo os responderé.  Los que se muestran arrogantes ante Mí y dejan de adorarme,  entrarán al infierno humillados”.(40: 60) 

El DUAA es un arma fuerte que el musulmán utiliza para obtener beneficios y para defenderse ante los daños causados. El Profeta (PBSE) dijo:

 “Aquel a quien se le abren  las puertas del DUAA,  se le han abierto con ello, las puertas de la misericordia.  Sabed que Allah  le agrada que le pidan  buena salud.  El DUAA es beneficioso siempre.  ¡Siervos de Allah!,  rogadle” (Transmitido por At-tirmizi).  

En los momentos más difíciles, hacer DUAA era el arma que los Profetas de Allah utilizaron.
  Nuestro Profeta (PBSE) en la batalla de BADR, al ver que los idólatras contaban con mil guerreros mientras que los musulmanes no eran más que 319,  miró al QUIBLAH ( dirección hacia la Sagrada Kaabah )  y con las manos en alto invocó a Allah diciendo:

 “¡Allah! Cúmpleme las promesas, otórgame lo que me has prometido.  Si este pequeño grupo de musulmanes pereciera,  no serás adorado en la tierra”. El Profeta siguió haciendo DUAA, con las manos extendidas en dirección al Quiblah hasta que se le cayó el manto que lo cubría,  Abu Bakr lo recogió y nuevamente lo colocó sobre los hombros del Profeta y le dijo: “¡Profeta de Allah!,  Es suficiente tantas súplicas,  pues Allah cumplirá Sus promesas”. (Transmitido por Muslim)  

El Profeta Job (La paz sea con él) invocó a Allah en los momentos más difíciles que atravesaba, pues se enfermó gravemente,  se quedó absolutamente solo, salvo la compañía de su esposa. Pese a todo ello,  se aferraba a la paciencia,  pero como la enfermedad perduraba en el tiempo, invocó a Allah diciendo:

 "¡Señor!,  me ha alcanzado el mal y me ha provocado sufrimiento y dolor,  ¡Señor!,  Tú eres el más Clemente Dador de misericordia.  Y le otorgamos lo que rogaba apartándole del mal”.( 21: 83-84)

El DUAA es alivio de la congoja,  tristeza y preocupación. Gracias a él,  el musulmán se siente bien y  sus problemas se allanan.  En él,  el creyente invoca a Allah demostrándole su incapacidad,  debilidad y reconociendo a la vez su abrumadora necesidad del Creador y Protector.  Es también una razón para eliminar la ira de Allah.  El Profeta dijo:

 “El que no invoca a Allah es merecedor de Su ira”. (Transmitido por Ahmad y At-tirmizi) 

El DUAA es el arma de los oprimidos,  es la respiración de los débiles y desamparados y es para todos aquellos que se encuentran muy solos.

Conductas del DUAA

1)          Comenzar DUAA alabando a Allah,  glorificándole y saludando al Profeta Muhammad (S.A.W.)

Fudalah Ibn Ubaidullah dijo: Una vez estando el profeta Muhammad (S.A.W.) sentado vio a un hombre rezar,  este hombre dijo: “¡Allah!  Tu piedad y Tu perdón”El Profeta le dijo:

 "Te apresuraste pues al cumplir con la oración,  debes sentarte,  alabar a Allah y rezar por mí; después ruegas a Allah por lo que quieras". Otro hombre rezó después del primer hombre citado, al terminar alabó a Allah,  rezó por el Profeta.  Este último le dijo:  "Haga DUAA de lo que más quieras”. (Transmitido por At-tirmizi) 

2)      Reconocer que Uno Cometió El  Pecado  

El reconocer el pecado implica que uno es realmente buen siervo de Allah,  tal como lo reconoció Jonás al decir:

 “ ¡Señor!, Tú eres el único,  en verdad,  digno de adoración,  con exclusión de todo otro y reconozco que me he perjudicado a mi mismo,  haciendo lo que no te placía”. (21: 87)

3) Hacerlo repetidas veces y con mucho entusiasmo.

Al respecto,  el Profeta (S.A.W.) dijo:

 “Cuando uno realiza DUAA pues que lo tome en serio y que no diga:  Allah si quieres dame o si no quieres no me des”.(Transmitido Por Albujari y Muslim) 

4) Hacer la ablución,  dirigirse al Quibla y elevar ambas manos.

Al realizar lo dicho,  el musulmán se siente más tranquilo.  Abdullah Ibn Zaid dijo:

 “El Profeta (S.A.W.) fue al oratorio para rezarle a Allah para que enviase lluvia,  lo hizo en dirección al Quibla y dio vuelta a su ropa”. Abu Musa Al Asharí  dijo: “Cuando el Profeta (S.A.W.) terminó la batalla de HUNAIN, pidió agua,  hizo la ablución,  elevó sus manos y dijo: “¡Allah!, Perdona a Ubaid Ibn Amir”.  (Transmitido por Albnujari y Muslim)    

5)  Hacerlo en voz baja e íntimamente

Allah dijo:

 “Invocad a Allah demostrándole humildad y hacedlo en secreto.  Allah no ama  a los agresores”.(Al Araf: 55)  

El Profeta dijo:

  “¡Gente!  No hace falta rogarle a Allah a gritos,  pues no invocáis a sordo ni  a ausente,  sino a Oyente y muy cercano a vosotros”. (Transmitido por Albujari) 

6) No tratar de hacer DUAA con prosa rimada.

El que está realizando DUAA debe estar en momento de humildad y sumisión y no debe rebuscar intencionalmente palabras llamativas. Ibn Ab-bas recomendaba a uno de sus amigos diciéndole: “Al hacer DUAA debes alejarte de la prosa rimada, pues tanto el Profeta de Allah como sus compañeros se alejaban de ello”.

7) Hacer DUAA en los tiempos en que es recomendable realizarlo y aprovechar los mejores momentos en que de cercanía de Allah se trata.

Hacerlo después de las cinco oraciones,  durante el llamado a la oración,  entre este último y ALIQAMAT,  el último tercio de la noche,  el día viernes,  el día de ARAFAT,  durante la lluvia,  al estar prosternado,  durante el avance del ejercito,  etc.

8)      No pedirle a Allah algo negativo contra  ti mismo,  familia o bienes.

El Profeta (S.A.W.) dijo:

 “No pedís de Allah lo perjudicial para vosotros mismos,  vuestros hijos,  o vuestra hacienda, pues tal vez al hacerlo de la coincidencia  que Allah les responda y seréis perjudicados realmente”.

Ejemplos de DUAA del Libro de Allah

1.           “¡Allah nuestro!,  Sálvanos  del castigo del infierno,  porque éste es severo.  El infierno es una pésima morada”. (25: 65- 66)

2.           “¡Allah nuestro!,  Otórganos una enorme alegría consistente en tener esposas y descendencias piadosas,  esto satisface  nuestros corazones. Y que seamos líderes en la realización de buenas acciones”.  (25: 74)

3.           “¡Allah nuestro!  Perdónanos y a nuestro hermanos que nos anticiparon en el Islam. Haz que nuestros corazones estén libres de ira en cuanto a los creyentes. Tú eres Clementísimo y Misericordioso”. ( 59: 10) 

4.           “¡Allah nuestro!  No nos castigues si nos olvidamos lo que nos has impuesto hacer,  o  si nos exponemos a situaciones  en las que se provoquen  nuestros errores;  Señor nuestro,  no nos fuerces como forzaste  con dura ley a los judíos  por motivo de su obstinación y perversión.  No nos impongas lo que no tenemos energías para hacer  de nuestros deberes.  Perdónanos  y ten misericordia de nosotros.  Tú eres nuestro Señor;  otórganos la victoria sobre los incrédulos que Te niegan,  para elevar Tu Palabra y extender la religión verdadera”.   (2: 268)  

5.           ¡Allah mío!,  Ablanda mi corazón,  Facilítame la tarea del mensaje y desata el nudo de mi lengua para que pueda expresarme con claridad y para que la gente entienda bien lo que digo”.         (20:  25- 28) 

6.           ¡Allah!  Haz que mi saber islámico aumente”.   (20: 114)

7.           “¡Allah!  Acepta nuestra obras.  Tú eres Quien todo lo oye  y todo lo sabe”. (2: 127)    

                                
Ejemplos de DUAA de la Sunnah—tradición del Profeta.

1- “¡Allah!  Haz que mi manera de adorarte sea la más correcta,  que mi vida mundana sea para satisfacerte a Ti. Haz que mi Vida en el más allá sea plena.  Y haz que mi vida terrenal sea para hacer el bien y que mi muerte sea descanso de todo mal”.

2- “¡Allah!  Te pido que me guíes,  que yo sea piadoso,  recatado y complacido”.

3-  “¡Oh Allah! Tú eres Quien tiene el control sobre los corazones,  haz que el mío se aferra a la fe islámica”. 

4- “¡Allah!  Me refugio en Ti de la incapacidad,  pereza,  cobardía, vejez y de la avaricia.  Me refugio en Ti del castigo de la tumba y de las tentaciones mundanas y de ser muerto sin el Islam”.

5-  “No hay dios más que Allah, ¡Gloria al Señor!, he sido de los injustos”.

6-      “¡Allah!  Tú eres Perdonador y Generoso,  amas el perdón,  perdóname”.

 “¡Señor nuestro!  Haz que Te tema y que respete Tus órdenes y que esto me sirva para alejarme de los pecados.  Haz que te obedezca para obtener  el paraíso y  que tenga fe certera para ver simples los problemas mundanos.  ¡Señor nuestro!  Haznos gozar de oídos, vista y fuerza mientras vivamos.  Haz que cobremos venganza  de los que nos opriman y que lavictoria sea nuestra al enfrentar al enemigo. Que no nos azotes de problemas en nuestra religión que la vida terrenal no sea lo más importante para nosotros y que no nos dejes ser gobernados por los que no se apiaden de nosotros”.