Listen2Quran

sábado, 14 de abril de 2012

El profeta Jesus


El Profeta Isa (Jesús)Imprimir
La madre del Profeta Jesús se llamaba Maryam. Alguna gente la llama también María. Era una mujer muy piadosa, y en una ocasión un ángel de Dios se le apareció y le dijo:- Pronto vas a tener un hijo-. Y Maryam preguntó: -¿Pero cómo voy a tener un hijo si no tengo marido?- El ángel respondió: -Dios es todopoderoso. Cuando quiere que algo ocurra, ocurre. Tendrás un hijo, y su nombre será Jesús y será un gran profeta de Dios-.

Cuando Jesús nació, Maryam estaba sola. Estaba muy triste y hambrienta, porque no tenía nada que comer. Pero Dios vino en su ayuda. Hizo nacer un arroyo y un árbol de sabrosos frutos creció en el lugar en que Maryam estaba viviendo. Ahora ya no pasaría sed ni hambre.    


Más adelante, Maryam volvió con su familia.    


Ellos sentían gran curiosidad por el niño y le preguntaron: -¿Cómo lo conseguiste?    


Pero Maryam no contestaba, y señalaba al niño. -¡No seas tonta, Maryam!-, le decía la gente. -¿Cómo vamos a preguntarle a un niño, que está aún en la cuna?    


Pero entonces, para gran asombro de todos, oyeron decir al niño: -Soy el siervo de Dios. Me ha dado el Libro y me ha hecho Su Profeta. Nosotros, la Humanidad, debemos adorar sólo a Dios y ayudar a los pobres y darles parte, de nuestro dinero-.    


Pasaron los años y Jesús creció y se hizo un hombre. Hablaba con frecuencia a la gente y les decía lo que Dios le había revelado. Les hablaba también de los profetas de Dios anteriores a él. Les decía: -Yo también soy un profeta de Dios y también soy un hombre como todos los demás profetas de Dios. Debéis creer en Dios y no adorar a nada excepto a Él. Debéis ser buenos unos con otros y ayudaros mutuamente.    


Alguna gente ha dado a lsa el nombre de Jesús. Dicen que Dios es el padre de Jesús. Nosotros sabemos que esto no es verdad. El propio Jesús ha dicho que él es solamente un profeta de Dios, aunque no tuviera padre. Dios no tiene hijos. Sólo los seres humanos tienen hijos e hijas.  Jesús trajo un Libro para la Humanidad. Este Libro se llama Inyíl (Evangelios), y Dios le dio este libro a Jesús. En él hay muchas historias y en él se afirma también que la Humanidad debe adorar sólo a Dios.    


El Profeta Jesús recibió muchas bendiciones de Dios. Con la ayuda de Dios realizó muchos milagros. Pudo curar a los enfermos para que pudieran sentirse agradecidos a Dios y que obedecieran y adoraran solo a Dios. Jesús podía también devolver la vida a los muertos para que la gente fuera feliz y rezara a Dios y fueran agradecidos a Él.    


El Profeta Jesús habló a la gente de otro profeta que iba a venir más tarde y cuyo nombre sería el Profeta Ahmad. Fue Dios quien mandó al Profeta Jesús para que les dijera que iba a venir el Profeta Muhammad.    


Hubo mucha gente que escuchó al Profeta Jesús y adoraron a Dios, pero hubo algunos que se negaron a escucharle y querían matarle. La gente malvada han querido siempre perseguir y matar a los profetas de Dios. Sabemos esto por las historias de Abraham y de José y de muchos otros profetas.   


Pero cuando esta gente malvada estaba a punto de matar a Jesús, Dios vino en su ayuda, de la misma forma que ayudó a otros profetas cuando estaban en peligro.   


Algunos dicen que el Profeta Jesús fue clavado en una cruz por sus enemigos y que murió de esta forma. Pero nosotros sabemos que esto no es verdad. Dios protegió al Profeta Jesús para que la gente no pudiera conseguir sus malvados propósitos. Dios dijo a Jesús: -Te dejaré morir en paz y luego vendrás a Mí y estarás conmigo. Aquellos que han sido tus seguidores y que me han rezado a Mí y han hecho el bien, serán traídos hasta Mí Recibirán las mejores recompensas, porque han sido muy obedientes.   
Esta es la forma en que Dios ayuda a Sus profetas cuando están en peligro, y El ayuda también a los que siguen a los profetas y adoran sólo a Dios y hacen el bien.

viernes, 6 de abril de 2012

Costumbres del profeta


Costumbres del profeta Muhammad, 'alahi salat wa salam, en la sociedad:
1. Caminaba lentamente, bajaba su mirada con respeto.
2. Su mirada duraba sólo un momento, mirada que no inhibía ni intimidaba a la gente.

3. Se adelantaba en el saludo, ya que el saludo debe de pronunciarse antes que las palabras.
4. Su risa era una sonrisa, es decir, controlaba sus emociones.
5. No levantaba su voz en las reuniones.
6. No hablaba con la intención de menospreciar ni insultar a nadie.
7. Se sentaba junto a los pobres y mantenía relaciones con ellos.
8. Remendaba su ropa y su suela. Comía con el sirviente, se sentaba en el suelo, daba su mano al rico y al pobre. No menospreciaba al indigente por su pobreza, y no retiraba su mano de la mano de nadie hasta no ser la otra persona quien la retirara. Saludaba a todo aquel que se le acercaba, sea rico o pobre, grande o chico.
9. Decía: « Informadme la necesidad de aquel que no puede informármela », (para no estar al margen de las necesidades de la gente y poder cubrirlas si estaba a su alcance).
10. No interrumpía a nadie en su conversación.
11. No hablaba a no ser que fuese necesario, si encontraba oportunidad para su palabra dando un consejo, enseñando, ordenando o prohibiendo, de lo contrario permanecía callado.
12. Agradecía mucho las bendiciones de Dios, y no despreciaba ninguna de ellas por más pequeña que fuese, ya que todo proviene de Dios.
13. Visitaba a sus amigos para saber cómo estaban, y aconsejaba a los musulmanes las relaciones, la visita a los enfermos y caminar en los entierros.
14. Quien solicitaba algo de él, no volvía sino después de habérsele otorgado lo que deseaba.
15. No se sentaba o paraba, sino recordando a Dios.
16. Se encontraba entre los más valientes. La gente se protegía a través de él y no había nadie más cerca del enemigo que él.
17. Conversaba con la gente según su entendimiento y capacidad. Dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él): A todos los Profetas se nos ordenó hablar con la gente según su mente.
18. Entre sus cualidades se encontraba el hacer bromas con la comunidad, y esto se debía a su benevolencia y compasión hacia la gente.
19. Se lo escuchó decir: « Fui enviado con un generoso y buen carácter », y a medida que se incremente el buen carácter del ser humano, éste se irá acercando al Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él).
20. Hablaba con la gente que se encontraba reunida, según lo que les beneficiaba. Dijo Zaid Ibn Zabit: « Si nos sentábamos con él y tocábamos un tema que se relacionaba con el otro mundo, él también lo hacía, si el tema se refería a este mundo, él al igual que nosotros conversaba, del mismo modo que si el tema se tratara de la comida o la bebida ».
Allahuma nauir kulubana ka kalbi rasulika.

domingo, 12 de febrero de 2012

Frases de Muhammad S.a.w


Frases de nuestro querido profeta
El que hace reír a sus compañeros merece el paraíso.
Si te vieres rodeado de mucha gente ignorante, no te envanezcas por lo que sabes, más bien mira a los que te superan en conocimientos y verás que aún no eres lo que te imaginas ser; y estas por debajo de muchos.
Di la verdad aunque sea amarga. Di la verdad aún contra ti mismo.
Hay una recompensa por la bondad de cada vida humana o animal.
Tres cosas hay destructivas en la vida: la ira, la codicia y la excesiva estima de uno mismo.
Para cada cosa hay una cara y la cara de una religión es la oración.
El mejor de los hombres es aquel que hace más bien a sus semejantes.
La posición de las oraciones con respecto a la religión es similar a la de la cabeza con respecto al cuerpo.
Facilitar una buena acción es lo mismo que hacerla.
Los mejores entre vosotros son los que tratan mejor a sus esposas.
Si la montaña no viene a ti, ve tú a la montaña.
Ciertamente las buenas obras dependen de las intenciones, y cada hombre tendrá según su intención.

sábado, 7 de enero de 2012

Cuando llevo el hijab...



Assalam alaikom wa rahmatu Allah wa barakatuh;

1) Complazco a Allah.
Obedezco los mandatos de mi Señor cuando llevo el hijab y puedo esperar grandes recompensas a cambio.

2) Es la protección de Allah para mi belleza natural. Soy demasiado valiosa para estar "a la vista" para todos los hombres.

3) Es la preservación de Allah para mi castidad.

4) Allah purifica mi corazón y pensamiento a través del hijab.

5) Allah embellece mi aspecto interior y exterior con el hijab.
Hacia el exterior, mi hijab refleja inocencia, pureza, modestia, timidez, serenidad, satisfacción y obediencia a mi Señor.
Hacia el interior desarrollo las mismas cualidades.

6) Allah define mi femineidad a través del hijab. Soy una mujer que respeta su género femenino. Allah desea que los otros me respeten, y que yo me respete a mí misma.

7) Allah eleva mi dignidad a través del hijab. Cuando un hombre extraño me mira, me respeta porque ve que yo me respeto a mí misma.

8) Allah protege mi honor al cien por cien a través de mi hijab. Los hombres no me miran de forma libidinosa, no se me acercan de forma lujuriosa, y nunca me hablan de forma sensual. Más bien un hombre me tiene en una gran estima, ¡y todo ello en una sola mirada!

9) Allah me concede nobleza a través del hijab. Yo estoy ennoblecida, no degradada, porque estoy cubierta, y no desnuda.

10) Allah define mi papel como musulmana a través del hijab. Soy alguien con importantes obligaciones.

11) Allah expresa mi independencia a través del hijab.
Estoy dejando claro que soy una servidora obediente del Señor Más Grande.
No obedeceré a nadie más, ni seguiré otro camino que el suyo. No soy una esclava de ningún hombre,
ni la esclava de ningún país.
Soy libre e independiente de todos los sistemas inventados por el hombre.

12) Mi hijab me da autoconfianza.

13) Allah desea que los otros me traten a mí - una mujer Musulmana - con amabilidad.
Y el hijab me proporciona el mejor tratamiento de los hombres hacia mí.