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jueves, 30 de diciembre de 2010

La Mujer en el islam

El Buen Trato con la Esposa

Dios instruye a los hombres a ser bondadosos con sus esposas y a tratarlas de la mejor manera:
“…Tratad bien a vuestras mujeres en la convivencia…” (Corán 4:19)
El Mensajero de Dios dijo: “El creyente mas perfecto es el del mejor carácter. Los mejores son los que tratan mejor a sus mujeres”.[1]  El Profeta de la Misericordia nos informa que el trato de un esposo con su esposa refleja el buen carácter de un musulmán, que a su vez es refleja la fe de la persona. ¿Cómo puede un hombre ser bueno con su esposa? Debe sonreírle, no lastimarla emocionalmente, alejarla de todo lo que pueda lastimarla, tratarla gentilmente y ser paciente con ella.
Ser bondadoso incluye una buena comunicación. El esposo debe estar dispuesto a abrirse y escuchar a su esposa. Muchas veces el esposo quiere ventilar sus frustraciones (sobre el trabajo por ejemplo). Pero no debe olvidar preguntarle a su esposa que le molesta a ella (como cuando los hijos no hacen los deberes escolares). El esposo no debe hablar de asuntos importantes cuando él o ella están enojados, cansados o hambrientos. La comunicación, compromiso, y consideración son el fundamento del matrimonio.
Ser bondadoso significa también impulsar a su esposa. La admiración mas importante llega de un corazón sincero que sabe realmente lo que importa – lo que la esposa realmente valora. Por lo tanto, el esposo debe preguntarse acerca de sus inseguridades y descubrir sus virtudes. Seguramente la esposa apreciará esto. Cuantos más cumplidos le haga, mas la esposa lo admirará, mas crecerá este sano hábito. Un ejemplo de palabras bondadosas puede ser: ¡Me gusta la manera en que piensas!’, ‘Te ves hermosa vestida de esa manera’ y ‘Amo escuchar tu voz en el teléfono’.
Los seres humanos son imperfectos. El Mensajero de Dios dijo: ‘Un hombre creyente no debe odia a una mujer creyente. Si no le cae bien algo de su carácter, seguramente le gustarán otros rasgos de ella.”[2]  Un hombre no debe odiar a su esposa porque si no le gusta algo de ella, encontrará algo que si le guste. Una manera de ser consciente de lo que le gusta de su esposa es hacer una lista de media docena de cosas que aprecia de ella. Los expertos en asesoría matrimonial recomiendan ser lo mas específicos posibles y enfocarse en los rasgos del carácter, así como lo recomendó el Profeta del Islam, no sólo lo que hace por el marido. Por ejemplo, un esposo puede apreciar la manera en que arregla su ropa, pero el rasgo escondido detrás de eso es que es atenta. El esposo puede considerar admirable rasgos como ser apasionada, generosa, bondadosa, devota, creativa, elegante, honesta, inteligente, estudiada, energética, gentil, optimista, cometida, fiel, confidente, alegre y otros. El esposo debe tomarse un tiempo para construir esta lista, y reverla en momentos conflictivos cuando es más probable que sienta rechazo por su esposa. Lo ayudará a ser más consciente de sus buenos atributos y será mas probable que le haga cumplidos. 
Un compañero preguntó al Profeta de Dios cuál es el derecho de una esposa sobre su esposo, y él dijo: “alimentarla de lo que tú comes y vestirla de (la calidad) que tú vistes y no pegarle. No calumniarla y no permanecer separado de ella, excepto dentro de la misma.”
Los conflictos en el matrimonio son prácticamente inevitables y conllevan al enojo. Aunque el enojo es una de las emociones más difíciles de manejar, el primer paso para el control puede ser aprender a perdonar a aquellos que nos lastiman. En el caso de conflictos, el esposo no debe dejar de hablar con su esposa ni herirla emocionalmente, pero si puede dejar de dormir en la misma cama para intentar mejorar la situación. Bajo ninguna circunstancia, incluso cuando esté enojado o se sienta de alguna manera justificado, un esposo puede calumniar a su esposa utilizando palabras hirientes o causarle alguna injur

lunes, 27 de diciembre de 2010

preguntas y respuestas

1.- ¿Qué es el Islam? 
El Islam no es una nueva religión, sino tan sólo "la capacidad humana de reconocer lo sagrado", que es la misma verdad que Dios ha revelado a través de todos Sus Profetas. Dice el Corán: Hemos dado a todos los pueblos los ritos por los que se guían. Esa quinta parte de la población mundial que se reconoce "musulmana" defienden con esta declaración (a la que llamamos shahada) su derecho a poder vivir según una visión trascendente del mundo y estructurar la sociedad en consecuencia a esta verdad. En este sentido, el Islam es, más que una religión, una forma de vivir. Hay sólo dos modos de estar en el mundo: ocultando lo sagrado o trasparentándolo. Los primeros, los que no reconocen lo sagrado, los que no se abandonan al fluir de la vida, los que tratan de controlar la existencia, son lo que el Islam llama kufâr (sing. kafir); los segundos, los musulmanes, son los que han decidido que existe un Señor en la existencia, que no son dueños de su propia vida, que no hay otro sentido que entregarse por completo a ese fundamento y raíz de todas las cosas al que llamamos Allâh. El abandono en Allâh nos dota de una gran delicadeza y nos lleva a sumergirnos en la paz de Dios. 

2.- ¿Quiénes son los que se declaran "musulmanes"? 
Mil millones de personas de un amplio abanico de razas, nacionalidades y culturas a lo largo del globo –desde el sur de Filipinas hasta Nigeria- están unidas en su común entendimiento de cómo acercarse a Dios imitando la vida de Muhammad. Sólo un 18% vive en el mundo árabe; la mayor comunidad islámica del mundo se halla en Indonesia; partes importantes de Asia y la mayoría de África son musulmanas, y amplias minorías se encuentran en la Unión Soviética, China, América del Norte y del Sur y en Europa.

3.- ¿Qué creen los que se declaran "musulmanes"? 
Los que se declaran "musulmanes" creen en Dios, y lo llaman Allâh. Aunque esta palabra podría traducirse mejor por "lo sagrado" que como un nombre propio, ya que el que se reconoce musulmán admite toda manifestación auténtica de lo sagrado, y no hace de Allâh un ser "a su imagen y semejanza". El musulmán rechaza que Allâh sea objeto de la razón humana, de modo que lo único que tiene que hacer después de intuir esta realidad de lo sagrado es abandonarse a ella. 

Asimismo los musulmanes creen en una cadena de profetas que comienza con Adán y que incluye a Noé, Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, José, Job, Moisés, Aarón, David, Salomón, Elías, Jonás, Juan el Bautista, Jesús, y hasta 49.000 profetas que dijo Muhammad que habían venido antes de él ¡qué la paz sea con ellos! Muhammad, más que "el último de los profetas", es "todos los profetas", es la capacidad humana de recibir la Revelación. 

4.- ¿Cómo se convierte una persona en musulmán? 

En el Islam no se piensa que nadie pueda "convertirse en" musulmán. En primer lugar porque la criatura que no niegue la existencia de lo sagrado es musulmana. Para no ser musulmán hay que hacer algo especial, pero no para serlo. Se nace musulmán, como dijo el Profeta Muhammad. En segundo lugar, porque alguien que quiere "hacerse" musulmán, ya lo es. En realidad, lo ha sido desde siempre. Lo que normalmente se denomina "ceremonia de conversión" (shahada) es algo que se hace frente a la comunidad de los creyentes, para que éstos sepan que esa persona es de los que se reconocen musulmanes. La shahada consiste simplemente en decir laa ilaja il-la láh wa anna Muhammad rasul lul-lah (Nada es real, verdadero, auténtico, salvo lo sagrado inefable e incomprensible -a lo que se denomina Allah- y Muhammad vino a ser testigo de esta verdad). Mediante esta declaración, el creyente anuncia su fe en todos los mensajeros de Dios y en las Escrituras que trajeron.

5.- ¿Qué significa la palabra ´Islam`? 

El término árabe ´Islam` significa ´sumisión`, rendición absoluta ante Allâh, se deriva de una palabra árabe cuyo significado es ´paz`, y no por casualidad es de la familia de palabras a la que pertenece ´salud`. ´Mahometanismo` es, pues, un apelativo equivocado que no admiten los musulmanes ya que sugiere que los musulmanes adoran a Muhammad en vez de a Dios. Los cristianos piensan que Cristo es Dios, y los Budistas adoran a Buda, pero para los musulmanes Muhammad es sólo un hombre.

6.- ¿Por qué el Islam a menudo parece extraño? 

El Islam puede parecer exótico o incluso extraño en el mundo moderno. Tal vez ello se deba a que la religión no tiene una importancia real en la vida cotidiana de Occidente, mientras que los musulmanes consideran su relación con Allâh como lo esencial de sus vidas. El musulmán no es un beato que crea que la religión es asunto de rezar mucho y dejar el resto de las cuestiones como están, sino que su intención de acercarse a Allâh le lleva a desear una sociedad más justa y humana, y, si tiene que ser mediante una revolución, no hay ningún obstáculo para hacerla. El resto de las religiones se han ocupado sólo de "las cuestiones de la otra vida" y no han hecho nada por evitar el trabajo de los destructores del mundo.

7.- ¿El Islam y el Cristianismo tienen orígenes diferentes? 
No. Ambos se remontan, junto con el Judaísmo, al profeta y patriarca Abraham, y los tres profetas de estas religiones descienden directamente de los hijos de áquel: Muhammad del mayor, Ismael, y Moisés y Jesús de Isaac. Abraham fundó la colonia que hoy es la ciudad de Meca y construyó la Ka´ba hacia la que todos los musulmanes se orientan cuando rezan.

8.- ¿Qué es la Ka´ba? 
La Ka´ba es el lugar de oración que Dios mandó construir a Abraham y a Ismael hace unos cuatro mil años. El templo fue edificado en piedra en un lugar que -según cuenta la tradición- era sagrado para Adán. Dios ordenó a Abraham que exhortara a toda la Humanidad a visitar este lugar y, cuando los peregrinos acuden hoy allí, contestan en respuesta a la llamada de Abraham: ´A tu servicio, Oh Señor`. 

9.- ¿Adoran los musulmanes la Piedra Negra? 

Los musulmanes no adoran la Piedra negra. Los musulmanes adoran a Allâh y se orientan hacia a la Ka'ba, que es el santuario que se encuentra en Meca. La Piedra Negra no es el centro de la Ka'ba, sino que está en una de sus esquinas. El Profeta, la paz sea con él, demostró respeto a sus antepasados besando la Piedra Negra, aún cuando "sólo era una piedra". En el Islam todo, absolutamente todo, es sagrado. El problema de los que adoran tallas de madera o estatuas de Dios no es que la madera y la piedra en sí no pertenezcan al universo sagrado en el que vive el musulmán, sino que hacen exclusivo de esas cosas la naturaleza divina, constriñéndose de ese modo a sí mismos. A éstos que reducen lo sagrado a un objeto se los llama en el Islam mushrik, que es lo peor que puede hacer una criatura contra sí misma.

10.- ¿Quién es Muhammad? 

Muhammad nació en Meca en el año 570. Debido a que su padre falleció antes de su nacimiento y su madre murió poco tiempo después, se hizo cargo de él uno de sus tíos, miembro de la respetada tribu de los Quraysh. A medida que iba creciendo iba siendo conocido por su veracidad, generosidad y sinceridad, y debido a ello se le buscaba como árbitro en las disputas. Los historiadores le describen como una persona serena y propensa a la meditación. 

Muhammad tenía una profunda naturaleza religiosa y detestaba la decadencia de la sociedad en la que vivía. Tenía por costumbre meditar de vez en cuando en la Cueva de Hira, cerca de la cima de Yabal al-Nur, la ´Montaña de la Luz`, en las proximidades de La Meca.

11.- ¿Cómo se convirtió en Profeta y Mensajero de Dios? 
A la edad de 40 años durante uno de sus retiros espirituales, Muhammad recibió la primera revelación de Dios a través de Yibril. El conjunto de esta Revelación, que continuó durante 23 años, se conoce con el nombre del Corán. 

Tan pronto como comenzó a recitar las palabras que había oído de Yibril y a predicar la verdad que Dios le había revelado, él y su pequeño grupo de seguidores sufrieron una amarga persecución, que fue creciendo de forma tan intensa que en el año 622 recibieron la inspiración de emigrar. Este acontecimiento, la Hijra, ´emigración`, en la que abandonaron Meca para ir a Medina, a unos 416 kilómetros al norte, constituye el punto de partida del calendario islámico. 

Después de algunos años, el Profeta y sus seguidores pudieron regresar a La Meca, perdonaron a sus enemigos y establecieron de modo definitivo el Islam. Antes de que el Profeta muriera a la edad de 63 años, la mayor parte de Arabia era musulmana y, en los cien años siguientes a su muerte, el Islam se había extendido hasta España, en el oeste, y hasta China en el este. 

12.- ¿Cómo ha influido en el mundo la expansión del Islam? 
Entre las razones para la rápida y pacífica expansión del Islam hay que destacar la sencillez de su doctrina: el Islam proclama la fe en un solo Dios digno de adoración. También insta repetidamente al hombre para que utilice sus dones de inteligencia y observación. 

En pocos años, grandes civilizaciones y universidades florecieron, pues según el Profeta ´la búsqueda del conocimiento es una obligación para cada musulmán, sea hombre o mujer`. La síntesis de la ideas del Occidente y del Oriente, y del nuevo pensamiento con el antiguo, trajo grandes avances en medicina, matemáticas, física, astronomía, geografía, arquitectura, arte, literatura e historia. Muchos sistemas de importancia decisiva como el álgebra, la numeración arábiga y el concepto del cero (vital para el progreso de las matemáticas) fueron transmitidos a la Europa medieval a través del Islam. Se desarrollaron asimismo instrumentos tan sofisticados como el astrolabio, la brújula y buenos mapas de navegación, que hicieron posible los viajes europeos de descubrimiento de nuevas tierras. 

13.- ¿Qué es el Corán? 
El Corán es una trascripción de las palabras exactas reveladas por Dios al Profeta Muhammad a través de Yibril. Las palabras fueron memorizadas por Muhammad, dictadas luego a sus compañeros, y más tarde escritas por escribas, que las examinaron detenidamente mientras el profeta aún vivía. Ninguna palabra de sus 114 capítulos, las Suras, ha sido cambiada desde entonces y, de este modo, el Corán sigue siendo, en cada detalle, el texto único y milagroso revelado a Muhammad hace catorce siglos.

14.- ¿De qué trata el Corán? 

El Corán es la fuente principal de la certeza de cada musulmán. Abarca todos los temas que nos conciernen como seres humanos: la sabiduría, la doctrina, el culto y la ley. Al mismo tiempo, el Corán suministra las líneas maestras para una sociedad justa, una conducta humana apropiada y un sistema económico equitativo. Pero no puede decirse exactamente que el Corán trate de uno o varios temas. El Corán no tiene autor ni es un libro; es Revelación pura, es decir, palabra de Dios plasmada por escrito, y desencadena por sí solo toda una serie de consecuencias en el oyente (siempre que lo oiga en árabe), sin duda de orden espiritual, pero también de orden material: contagia baraka (fecundidad divina), y hasta es utilizado para curar a los enfermos.

15.- ¿Existen otras fuentes sagradas? 
Sí, la Sunna, la práctica y el ejemplo del Profeta, es la segunda fuente para los musulmanes. Un Hadith es un relato autorizado de lo que el Profeta dijo, hizo o aprobó. Aceptar la Sunna forma parte de la fe islámica. Esto no quiere decir que en el Islam se hayan creado a partir del Corán y la Sunna "dogmas de fe" que hagan que se condene el que en ellos no crea. Puesto que el Islam no cree en dogma alguno; ni tan siquiera puede decirse que los musulmanes "tengan fe". Ser musulmán es aceptar la realidad, y saber que la realidad es Allâh, lo sagrado. Por tanto, tener conciencia de Allâh supondrá tan sólo tener los sentidos bien despiertos. Los musulmanes no creen en Allâh, lo sienten en todo y por todo. 

La imposibilidad de crear dogmas a partir del Corán es debida a los infinitos niveles de interpretación de éste, sin una Iglesia que determine qué interpretación es la canónica; la imposibilidad de crear dogmas a partir de la Sunna reside en que la Sunna no es sino una recomendación a seguir el modo en que Muhammad llegó a trascender. El propio Muhammad no deseaba que sus dichos quedaran por escrito ya que no había seguridad de que se comprendiera en todos los casos en qué contexto y con qué intención habían sido dichos.

16.- Ejemplos de dichos del Profeta: 

El Profeta dijo: 

´Dios no tiene misericordia del que no la tiene con los demás´. 

´Ninguno de vosotros cree verdaderamente hasta que no desea para su prójimo lo que desea para sí mismo´. 

´El que come hasta saciarse mientras su prójimo está sin comida no es un creyente´. 

´No es poderoso el que derriba a otro, sino el que se controla a sí mismo en un arranque de ira´. 

´Dios no juzga según vuestros cuerpos y apariencias sino que examina vuestros corazones y mira vuestras acciones´. 

´Un hombre que caminaba por un sendero sintió una gran sed. Al llegar a un pozo descendió dentro, bebió hasta saciarse y salió al exterior. Entonces vio a un perro con la lengua afuera, tratando de lamer el barro para buscar un poco de agua con que aplacar su sed. El hombre se dio cuenta de que el perro estaba sufriendo, sintiendo la misma sed que él antes tenía. Volvió a bajar al pozo, llenó su zapato con agua y le dio al perro de beber. Dios le perdonó sus pecados por esta acción. Preguntaron al Profeta: ´Mensajero de Dios, ¿hay recompensa por mostrarse compasivo con los animales?´ Respondió él: ´Hay recompensa por mostrar compasión hacia cualquier ser viviente´. 

Tomado de las compilaciones de Hadiths de Bujari, Muslim, Tirmidhi y Bayhaqi.

17.- ¿Cuáles son los cinco pilares del Islam? 

Los "cinco pilares" constituyen el marco de la vida musulmana y son: la aceptación de la Unicidad Divina (shahada), la oración (salat), la preocupación por los necesitados (sakat), el ayuno (Ramadan) y la peregrinación a Meca. 

17. 1. El reconocimiento de la Realidad (Shahada) 
Laa ilaja il-la láh wa anna Muhammad rasul lul-lah (transcripción de la pronunciación castellana), cuyo sentido es: Nada es real, auténtico, efectivo, salvo lo sagrado inefable e incomprensible -a lo que se denomina Allah- y Muhammad vino a ser testigo de esta verdad. Este testimonio se llama la Shahada, una fórmula sencilla de pronunciar, pero que cuesta toda la vida del creyente el hacerla carne de su carne. En árabe, la transcripción literal de la primera parte es lâ ilâha illa Llah-- ´no hay más ilâh que Allâh´; ilâh (divinidad, dios, lo que tiene poder por sí mismo, lo real. Después viene illa Llah: ´sino Allâh´, la fuente de toda la Creación. La segunda parte de la Shahada es Muhammadun rasulu´Llah: ´Muhammad es Mensajero de Allâh´. Un mensaje de guía y dirección a través de un hombre como nosotros. 

17. 2. La oración (salat) 

Una traducción de la llamada a la oración es: 

Dios es el más grande. Dios es el más grande. 

Dios es el más grande. Dios es el más grande. 

Yo atestigüo que no hay más divinidad que Dios. 

Yo atestigüo que no hay más divinidad que Dios. 

Yo atestigüo que Muhammad es Mensajero de Dios. 

Yo atestigüo que Muhammad es Mensajero de Dios. 

¡Venid a la oración! ¡Venid a la oración! 

¡Venid a la felicidad [en esta vida y en el Más Allá]! ¡Venid a la felicidad! 

Dios es el más grande. Dios es el más grande. 

No hay más divinidad que Dios. 

Salat es el nombre que reciben las oraciones obligatorias que se rezan cinco veces al día. Es la cita diaria del creyente con su Señor, en lo más hondo de sí mismo. No hay autoridad jerárquica en el Islam ni sacerdotes y, por ello, las oraciones las dirige una persona que conozca el Corán y cuyo grado de abandono a Allâh sea manifiesto para los que componen esa comunidad. Estas cinco oraciones contienen versículos del Corán y se rezan en árabe, la lengua de la Revelación; se pueden dirigir a Dios oraciones personales en la propia lengua del que reza al final de la salat. 

Las oraciones se rezan al salir del sol, cuando el sol está en medio del cielo, cuando la sombra de un objeto es mayor que el objeto mismo, al ponerse el sol y a la salida de la primera estrella en la noche. Aunque es preferible rezar colectivamente en una mezquita, un musulmán puede rezar casi en cualquier lugar, en el campo, en la oficina, en la fábrica o en la universidad. Las persona que visitan el mundo musulmán se quedan impresionadas por el carácter primordial que la oración tiene en la vida cotidiana. El día del musulmán está dividido por las oraciones, de modo que toda su vida no es más que ir de una salat a otra; un día sin paradas obligatorias en que agradecer la existencia al Creador es un día profano, un día sin valor. 

17. 3. El ´zakat´ 

Uno de los principios más importantes del Islam es que todo pertenece a Dios y que, por tanto, la riqueza la tienen los hombres en depósito. La palabra zakat significa tanto ´purificación´ como ´crecimiento´. Nuestras posesiones se purifican reteniendo una parte para los necesitados y, como la poda de los árboles, este corte trae consigo un equilibrio y fomenta un nuevo crecimiento. El zakat, hablando con propiedad, no es "lo que uno desea dar a la comunidad", sino más bien "los derechos de la comunidad sobre los bienes de cada uno". Está fijado y, si bien uno puede no ser justo (ya que nadie va a controlarle), no es ni voluntario ni depende del arbitrio de cada uno. 

Cada musulmán calcula su propia zakat de forma individual y consiste en el pago anual del dos y medio por ciento del capital de cada uno. 

Una persona generosa y sensible con los problemas de sus semejantes también puede dar tanto como quiera como sadaqa y lo hace preferiblemente en secreto. Aunque esta palabra puede traducirse como ´caridad voluntaria´ tiene un significado más amplio. Toda invitación en general, toda celebración que uno hace, es una sadaqat. 

El Profeta dijo: 

´Incluso salir al encuentro de tu hermano con una cara sonriente es caridad.´

El Profeta dijo: ´La caridad es una necesidad para cada musulmán´. Alguien le preguntó: ´¿qué ocurre si una persona no tiene nada?´ El Profeta contestó: ´Debe trabajar con sus manos para su beneficio y dar algo de sus propias ganancias como caridad´. Los Compañeros preguntaron: ´¿Qué sucede si no puede trabajar?´ El Profeta respondió: ´Debe ayudar a los pobres y a las personas necesitadas´. Los Compañeros insistieron: ´¿Y si ni siquiera puede hacer eso?´ El Profeta dijo: Él debe apremiar a los demás para hacer el bien´. Los Compañeros volvieron a preguntar: ´¿Y si tampoco puede hacer eso?´ El profeta contestó: ´Debe abstenerse de hacer el mal. También eso es hacer caridad´. 

17. 4. El ayuno 

Cada año durante el mes de Ramadán todos los musulmanes ayunan desde el alba hasta la puesta del sol, absteniéndose de comer, beber, y tener relaciones sexuales. Los enfermos, los ancianos, los que están de viaje y las mujeres embarazadas o en estado de amamantar tienen permiso para quebrantar el ayuno y recuperar un número igual de días en el transcurso del año. Si no pueden realizarlo debido a causas físicas, deben alimentar a una persona necesitada por cada día que no cumplieron el ayuno. Los niños empiezan a ayunar (y a practicar regularmente las oraciones) desde la pubertad, aunque muchos comienzan antes. Aunque el ayuno es muy beneficioso para la salud, se le considera principalmente como medio de adiestramiento del propio "yo". El que ayuna, al abstenerse de las comodidades mundanas aunque sea por un corto periodo de tiempo, logra una mayor compasión hacia los que sufren hambre, a la vez que profundiza en su vida espiritual comprendiendo los cotidianos milagros de los que depende su existencia. Aprende a valorar cada bocado de comida, cada sorbo de bebida, la maravilla de la sexualidad que nos ha sido dada como parte del camino de paz y placer que es vivir. 

17. 5. La peregrinación (Hajj) 
La peregrinación anual a Meca—el Hajj—es una obligación sólo para los que desde un punto de vista físico y económico pueden efectuarla. A pesar de ello, cerca de dos millones de personas acuden cada año a Meca desde todos los rincones de la tierra, en una oportunidad única de encuentro para personas de diferentes naciones con una misma intención en sus corazones: volver a su Señor. Aunque Meca está siempre repleta de visitantes, el Hajj anual comienza en el mes duodécimo del año islámico (que es lunar y no solar, y por ello el hajj y el Ramadán caen a veces en verano y a veces en invierno). Los peregrinos visten de forma especial; ropas sencillas que dejan de lado las diferencias de clase y cultura para significar que todos son iguales ante Dios. 

Los ritos del Hajj, que son de origen abrahámico, incluyen la circunvalación a la Ka´ba siete veces y el recorrido, siete veces también, del camino entre los montículos de Safa y Marwa, como hizo Hagar durante su búsqueda de agua. Los peregrinos se agrupan después en la amplia llanura de Arafa y se juntan en oración pidiendo el perdón de Dios, en lo que a veces se ha contemplado como una anticipación del Día del Juicio Final. 

En los siglos pasados el Hajj era una empresa ardua. Hoy, sin embargo, Arabia Saudí abastece a millones de personas con agua, transporte moderno y avanzados servicios médicos. 

La clausura del Hajj se celebra en todas las comunidades musulmanas del mundo con una fiesta, el Id al-Adha, en la que se reza y se intercambian regalos. Esta fiesta y la de Id al-Fitr, el día que conmemora el final del Ramadán, son las principales celebraciones del calendario islámico.

18.- ¿Tolera el Islam otras creencias? 

El Corán llega a decir: ´Dios no os prohíbe que seáis bondadosos y justos con quienes no han combatido contra vosotros a causa de la religión, ni os han expulsado de vuestros hogares. Dios ama a los que son justos´. (Corán, 60:8) 

Una función de la ley islámica es proteger la condición privilegiada de la minorías y, por esta causa, lugares de culto no musulmanes han florecido por todo el mundo islámico. La historia suministra muchos ejemplos de la tolerancia musulmana hacia otras creencias: cuando, por ejemplo, el califa Omar entró en Jerusalén en el año 634, garantizó la libertad de culto a todas las comunidades religiosas de la ciudad. Cuando este califa conquistó Jerusalén de los bizantinos, quiso entrar en la ciudad con sólo un pequeño número de sus soldados. Tras comunicar a los habitantes de la ciudad que sus vidas y propiedades serían respetadas y que los lugares de culto nunca les serían arrebatados, Omar le pidió al Patriarca Sofronio que le acompañara en su visita a todos los lugares sagrados. 

El Patriarca le invitó a rezar en la iglesia del Santo Sepulcro, pero Omar prefirió rezar en el exterior diciendo que si aceptaba, las generaciones posteriores de musulmanes podrían utilizar su acción como excusa para convertir la iglesia en una mezquita. 

La ley islámica también permite a las minorías no musulmanas de los países islámicos instituir sus propios tribunales de justicia que aplican las leyes domésticas redactadas por dichas minorías. 

Según el Islam, el hombre es el representante de Dios en la tierra. Cada niño nace con la fitra, una disposición innata hacia la virtud, el conocimiento y la belleza. El musulmán no acepta tener una "naturaleza caída y por ello no acepta la idea de la Redención. De acuerdo con el Corán, Dios se apiadó de Adán después de su desobediencia y le hizo Su Profeta dándole la primera religión. El Islam se considera la ´religión primordial´, din al-hanif; que busca el retorno del hombre a su naturaleza verdadera y original, en la que se encuentra en armonía con la creación y dispuesto a hacer el bien y a confirmar la Unicidad de Dios.

19.- ¿Qué piensan los musulmanes sobre Jesucristo? 
Los musulmanes respetan y veneran a Jesús, y esperan su segundo advenimiento. Le consideran uno de los más grandes mensajeros de Dios a la humanidad. Un musulmán nunca se refiere a él simplemente como ´Jesús´ sino que siempre añade la frase ´sobre él sea la paz´. El Corán confirma su nacimiento virginal ( una Sura del corán se titula ´María´) y se considera a la Virgen María como la mujer más pura de la Creación. El Corán describe la Anunciación del siguiente modo: 

Y dijo el Ángel: ´¡María! Dios te ha escogido y purificado. Te ha escogido entre todas las mujeres del Universo. ¡Oh María! Dios te anuncia la buena nueva de una Palabra que procede de Él. Su nombre será el Mesías, Jesús, hijo de María, glorificado en este mundo y en el Más Allá, y será uno de los allegados a Dios. Hablará a la gente ya desde la cuna y en la edad madura será de los justos.´

Dijo ella: ´Oh mi Señor! ¿Cómo tendré un hijo, si no me ha tocado ningún hombre?´ Él dijo: ´Así será. Dios crea lo que quiere. Cuando decreta algo, Él le dice: “¡Sé!” y ello es.´(Corán, 3:42-7) 

Jesús nació milagrosamente por medio del mismo poder que dio el ser, sin intervención de padres, a Adán: 

Para Dios, Jesús es semejante a Adán, a quien creó de tierra y luego le dijo: la “¡Sé!” y fue. (Corán, 3:59)

Durante su misión profética, Jesús realizó muchos milagros y el Corán cuenta que él dijo:

“Os he traído un signo que viene de vuestro Señor. Voy a hacer para vosotros, de la arcilla, a modo de pájaros. Luego soplaré en ellos y, con el permiso de Dios, se convertirán en pájaros. Y curaré, con permiso de Dios, al ciego de nacimiento y al leproso y resucitaré a los muertos.” (Corán, 3:49)
 

Ni Muhammad ni Jesús vinieron a cambiar la doctrina básica de la creencia en un solo Dios, traída por los anteriores profetas, sino para confirmarla y renovarla. En el Corán se dice que Jesús anunció que había venido “para confirmar la ley anterior" "y declararos lícitas algunas de las cosas que se os habían prohibido" (3:50). 

El profeta Muhammad dijo: 

´Aquél que cree que no hay divinidad sino Dios, solo y sin asociado, que Muhammad es Su mensajero, que Jesús es el servidor y el mensajero de Dios, quien insufló Su palabra dentro de María con el espíritu que de Él emana, y que el Paraíso y el Infierno son verdaderos, aquél será recibido por Dios en los Cielos´(Hadiz de Bujari). 

20.- ¿Por qué la familia es tan importante para los musulmanes? 

El amor familiar es la base de la sociedad islámica. Se valora enormemente la paz y la seguridad emocional que una unidad familiar estable ofrece, y ello se considera esencial para el desarrollo espiritual de sus miembros. Los hijos de familias numerosas se educan en el hecho de compartir, se adiestran desde niños en las "reglas del juego" de los lazos humanos que supone la sociedad y no son tan fácil blanco de la sociedad consumista. El orden social armónico se deriva de la existencia de familias donde los hijos sean estimados como un tesoro; niños que raramente abandonan el hogar paterno hasta casarse. Por otra parte, son impensables familias que no cuenten con la sabiduría cotidiana de sus ancianos. El cariño materno a los niños, el amor mutuo de los esposos y el respeto a la experiencia de los ancianos marcan la pauta de una sociedad que no deja por herencia a las nuevas generaciones el desorden afectivo más desalentador. 

21.- Las mujeres en el Islam 
El Islam considera a la mujer, soltera o casada, como una persona con todos sus derechos, incluyendo los de poseer y disponer de su patrimonio y sus ganancias. El novio debe hacer un regalo a la novia (a gusto y plena satisfacción de ésta) para su uso personal y la mujer conserva su propio apellido en vez de tomar el de su marido. 

Tanto la mujer como el hombre deben vestir de manera modesta y digna. Las tradiciones de vestido femenino que se encuentran en algunos países musulmanes son frecuentemente sólo la expresión de costumbres locales. 

El Mensajero de Dios dijo: 

´El más perfecto en la fe entre los creyentes es aquél que se comporta mejor y con más cariño hacia su esposa.´ 
22.- ¿Puede un musulmán tener más de una esposa? 
Al haberse revelado la religión del Islam para todas las sociedades y para cualquier época, se adapta con facilidad a los diferentes requisitos sociales. Las circunstancias -ausencia de varones por situaciones bélicas, etc- pueden justificar que se tome otra esposa y la Ley del Islam lo permite, pero ello sólo puede realizarse, de acuerdo con el Corán, con la condición de que el marido sea escrupulosamente justo con ellas y tenga el visto bueno de la primera esposa. 

23.- ¿Es el matrimonio islámico como el cristiano? 

El matrimonio islámico no es un ´sacramento´ sino un simple contrato legal en el que cada parte tiene libertad de incluir condiciones. En consecuencia, las costumbres matrimoniales varían mucho de un país a otro. Por la ausencia de ansiedad y stress, en las sociedades islámicas el divorcio no es común, aunque es legal y en algunos casos aconsejable. Según el Islam, no se puede obligar a ninguna joven musulmana a casarse contra su voluntad. Sus padres simplemente pueden sugerirle jóvenes que ellos consideran apropiados. 

24.- ¿Cómo tratan los musulmanes a los ancianos? 
En el mundo islámico no hay asilos de ancianos. El esfuerzo de cuidar a los padres en esta difícil época de sus vidas se considera un honor, una bendición y una oportunidad para un mayor desarrollo espiritual. Dios no sólo pide que se rece por los padres sino que se les trate con una compasión sin límites, recordando que cuando éramos criaturas desvalidas nos prefirieron a sí mismos. Y el que no es agradecido no es de los creyentes. A las madres se las honra especialmente: el Profeta enseñó que ´el Paraíso se encuentra a los pies de las madres´. 

En el Islam, servir a los padres es el deber más importante después de la oración y para ellos es un derecho el que así sea. Se considera despreciable el irritarse cuando los ancianos se tornan difíciles, no menos que pegar a los niños. 

El Corán dice: ´Tu Señor ordena que no adoréis a otro sino a Él y que seáis bondadosos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos envejecen en tu casa, no les digas: ¡Uf! ni les trates con antipatía, sino hónrales y sé cariñoso con ellos. Trátalos con humildad y di: ¡Señor!, ten piedad de ellos, pues ellos me cuidaron cuando era niño´. (Corán 17: 23-4) 

25.- ¿Qué se piensa que hay detrás de la muerte? 

La existencia del hombre no acaba con la muerte, pero no se sabe con certeza en qué consiste lo que nos ha sido revelado respecto a lo que sea tras la muerte. Los musulmanes saben que ellos y toda la Creación deberá retornar a Allah. Pero la interpretación que existe sobre qué sea la Yanna, Yahannam, al yaum al qiyama, etc (términos mal traducidos -respectivamente- como Cielo, Infierno, Día del Juicio, etc) varía de unos autores a otros. Al no existir nada parecido a un "Magisterio de la Iglesia", no hay interpretación "canónica" de deba ser aceptada por todos los musulmanes. Cuando, por ejemplo, el Corán habla de an-Nar ("El Fuego"), no está describiendo un lugar sino proponiéndote un mizal (una imagen) para conmocionar por completo al musulmán. La lectura de éste -como de todos los signos de que se compone el Corán- contempla muchos niveles diferentes de interpretación. 

26.- ¿Cómo es el rito del enterramiento en el Islam? 
Cuando muere un musulmán, es lavado y envuelto en un lienzo limpio y blanco y, preferentemente, se le entierra el mismo día, después de una sencilla oración. Los musulmanes consideran esta ceremonia como uno de los últimos servicios que se puede hacer por los familiares y una oportunidad para recordar su propia breve existencia sobre la Tierra. Se le entierra sin caja y en contacto con la tierra, ya que el agua es considerada rahma -Misericordia Divina- en el Islam, y es esencial que llegue al cadáver. Muchas veces se planta sobre la tierra de esa sepultura alguna clase de árbol, dando así vida con la muerte. Desde este punto de vista se considera la incineración un acto de egoísmo, de tacañería gratuita, que hace inservible a ningún otro ser vivo nuestro cuerpo ya inútil para nosotros. 

Fue costumbre de los compañeros del Profeta enterrarse en el lugar en que morían. El lugar donde agoniza y muere un íntimo de Allah se contagia de baraka (bendición divina que da fecundidad).

27.- ¿Qué dice el Islam sobre la guerra? 
El Islam permite a los pueblos a luchar en defensa propia, o en defensa de pueblos vecinos que sufren opresión y solicitan ayuda. Son los únicos supuestos en los que el Yihad (mal llamado "Guerra Santa") es aceptable. El Islam establece reglas estrictas de combate que incluyen prohibiciones contra el ataque a ciudadanos civiles y la destrucción de cosechas, árboles o ganado. Los musulmanes piensan que la injusticia triunfaría en el mundo si no existieran hombres buenos dispuestos a arriesgar su vida por preservar la autonomía y soberanía de las poblaciones que aman a su tierra más que a ninguna otra cosa del mundo. El Corán dice: ´Combatid con la ayuda de Dios contra quienes combatan contra vosotros, pero no os extralimitéis. Dios no ama a los transgresores.´ (2:190) 
´Si buscan la paz, búscala tú también. Y confía en Dios, porque Él es Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe.´ (8:61) 

La guerra, por tanto, es el último recurso y está sujeta a las rigurosas condiciones establecidas por la Ley islámica. El término Yihad significa literalmente “esfuerzo” y los musulmanes piensan que existen dos tipos de Yiyad. La "exterior" o pequeña yihad y la "interior" o gran yihad; la "gran yihad" es la lucha interior que cada uno realiza contra sus deseos egoístas con el fin de alcanzar la paz interior. 

28.- Las reglas de la alimentación 
El código alimenticio que observan los musulmanes, aunque es mucho más sencillo que las leyes dietéticas seguidas por los judíos y los primeros cristianos, prohíbe el consumo de la carne de cerdo o de cualquier tipo de bebida alcohólica. El Profeta enseñó que tu cuerpo tiene derechos sobre ti, y una comida saludable y el llevar una vida sana se considera algo que no está desvinculado tu dimensión espiritual. 

El Profeta dijo: Pídele a Dios la certeza y la salud; pues, después de la certeza, ¡nadie recibe un don mejor que el de la salud!´ 
29.- Diversidad cultural de la Comunidad Muhammadiana 
La diversidad arquitectónica de las mezquitas islámicas es un símbolo para el que no está cerrado a la Verdad de cómo el Islam ha sabido adaptarse a las tierras a las que ha llegado e integrar la cultura local, al contrario que otras religiones que se han impuesto como un poder extranjero. El Islam ha aprendido de la cultura persa en Irán, de la cultura hindú en Pakistán, de las culturas tribales en África, de la cultura griega en Siria, de la cultura europea en Europa... Todo este aprendizaje ha sido enriquecedor de la Umma (mundo musulmán); sin embargo, cabe decir que esta "divina ingenuidad" de los musulmanes a la hora de relacionarse con las otras culturas le ha traído serios problemas al abrirse a un Occidente que se hace tanto más poderoso cuanto más consiga extender el complejo de inferioridad entre las naciones a las que llega. 

30.- ¿Cómo garantiza el Islam los derechos humanos? 
El Islam garantiza los mismos derechos que la civilización europea ha propugnado, y aún otros que no se entienden en Occidente, como el derecho a vivir en sociedades no deshumanizadas, el derecho a no ser cómplice de la destrucción de otras sociedades y del medio, el derecho a no sentirse presionado al consumo alienante y a la producción estresante, el derecho a no padecer manipulaciones ideológicas de parte de los que monopolizan los medios de información, etc. 

Como ejemplo de la audacia del Islam en materia de libertades hacemos notar que la libertad de conciencia está establecida por el propio Corán: ´No cabe coacción en la religión´. (2:256) 
En un estado islámico, la vida y la propiedad de todos los ciudadanos se consideran sagradas tanto si una persona es musulmana como si no lo es. 

El racismo es una noción incomprensible para los musulmanes, pues el Corán habla de la igualdad humana en los siguientes términos: 

¡Oh humanidad! Os hemos creado de un alma única, hombre y mujer, y os hemos hecho en naciones y tribus, para que así os conozcáis unos a otros. En verdad, el que tiene más honor entre vosotros ante los ojos de Dios, es el más grande en piedad entre vosotros. Dios es omnisciente, omnisapiente.´ (Corán, 49:13) 

31.- ¿En qué naciones existe el Islam? 
La población musulmana del mundo se aproxima a los mil millones. Muchos musulmanes viven al este de Karachi (capital de Pakistán). El 30% de los musulmanes habita el subcontinente hindú, el 20% en África al sur del Sáhara, el 17% en el sudeste de Asia, el 18% en el mundo árabe y el 10% en lo que fue la Unión Soviética y China. Turquía, Irán y Afganistán comprenden el 10% del Oriente Medio no árabe. Aunque existen muchas minorías musulmanas en casi todas partes, incluyendo Latinoamérica y Australia, las minorías más numerosas se encuentran en la Unión Soviética, en la India y en el África central. Hay seis millones de musulmanes en los Estados Unidos y veintiséis millones en Europa.